LA HABANA
Los organizadores de la marcha, en La Habana y en otras seis provincias de la isla, mantienen su intención de manifestarse el lunes 15 para pedir la liberación de los presos políticos.
Opositores cubanos confirmaron ayer jueves su intención de manifestarse el lunes, horas después del anuncio por Yunior García, principal organizador, que iba a marchar un día antes, en solitario, por una céntrica avenida de La Habana, para minimizar los riesgos de violencia.
“El domingo 14 realizaré una marcha en solitario en nombre de todos los ciudadanos a los que el régimen ha privado de su derecho a manifestarse el 15N”, dijo García en un comunicado difundido en la cuenta de Twitter de Archipiélago, el grupo de debate político que preside y que agrupa a más de 30.000 miembros dentro y fuera de la isla.
García, un dramaturgo de 39 años que dijo que el domingo solo llevará consigo una rosa blanca, precisó que su decisión se debe a que existe la posibilidad de que el régimen movilice las fuerzas del orden para agredir a los manifestantes o infiltre personas en las marchas para generar violencia.
“Me preocupa mucho la violencia, no quiero violencia de ningún tipo, detesto la violencia, es algo que me enferma”, dijo García a la agencia AFP el miércoles por la noche.
Los organizadores de la marcha, en La Habana y en otras seis provincias de la isla, mantienen su intención de manifestarse el lunes 15 para pedir la liberación de los presos políticos, pese a que en octubre el régimen la declaró ilegal y les advirtió de consecuencias penales.
“Yunior tiene todo nuestro afecto, apoyo y respeto”, dijeron otros coordinadores de Archipiélago en un comunicado, pues “somos una plataforma de acción ciudadana y no una organización partidista ideológicamente predeterminada”.
Pero “creemos necesario reafirmar las convocatorias por provincias y regiones de Cuba que fueron anunciadas para el día 15 de noviembre”.
El régimen cubano acusa a los líderes de la marcha de estar financiados y dirigidos desde Estados Unidos.
En Twitter, el relator especial de Naciones Unidas sobre el derecho a la libertad de reunión, Clément Voule, recordó ayer jueves a las autoridades cubanas “su obligación de proteger y facilitar la expresión a través de protestas pacíficas”. “Es una violación de la obligación del Estado acosar e intimidar a los organizadores para impedir las protestas pacíficas”, añadió.