Buena Fe: “El espacio simbólico cubano está en pugna y en búsqueda de derribarlo”
Alida Juliani
Madrid, 19 may (EFE).- “El espacio simbólico cubano está en pugna, en guerra, en absoluta corrosión, están en búsqueda de derribarlo”, asegura en una entrevista con EFE en Madrid Israel Rojas, cantante y líder del dúo musical de Cuba “Buena Fe”, envuelto en una polémica en España por los “intentos de boicot” de compatriotas radicados en la capital española.
El momento clave fue el pasado 11 de mayo, durante la actuación de Buena Fe en Madrid, cuando tres personas accedieron a la sala de conciertos y profirieron gritos en contra del Gobierno de Díaz Canel, tras lo que aseguraron haber sido agredidos por presuntos agentes de la policía política cubana que se hacían pasar por guardias de seguridad.
El resultado fue la cancelación de los conciertos que el grupo cubano tenía previstos en varias ciudades españolas, por lo que ellos califican de presiones y amenazas a los dueños de los locales donde debían actuar.
“Nosotros hemos estado aquí en fiestas patronales, en actividades, en conciertos, en muchas giras con empresas, ferias de turismo en todas las épocas y en todos los colores. ¿La pregunta es, por qué sucede eso ahora?”, se preguntan Rojas y Yoel Martínez, el guitarrista del grupo.
A su juicio se debe a la polarización actual y a todo un sistema de medios “que llegan como un cuchillo, con mucha ingeniería social detrás, a la emigración, a la humanidad. Y hay, digamos, un imaginario en pugna, hay un espacio simbólico en pugna”.
Ese espacio simbólico es “todo lo que significa Cuba, desde el béisbol, al Ché, la revolución cubana o el son”.
“Todo eso ahora tienen que tener las consignas. Y en los últimos años hay una producción cultural, la producción artística, a la que se le ha puesto mucho dinero para adversar ese espacio simbólico”, señala el líder de “Buena Fe”.
EL MERCADO DE LA PRODUCCIÓN SIMBÓLICA
Rojas apunta a grupos como “Patria y vida”, integrado entre otros por Yotuel Romero, y premiados en los Grammy, de los que “que ya se ha dicho públicamente cuánto se le puso a todo ese proyecto detrás para inflarlo”.
El líder de “Buena Fe” no los critica, pero afirma que “muchos de los artistas que participan en eso, hasta hacía unos cinco años atrás no tenían ningún problema con Cuba”.
De hecho, “viajaban a Cuba frecuentemente, algunos incluso le dedicaron conciertos a los gobernantes, hablaban maravillas de Fidel (Castro) y se presentaban con el apoyo y la ayuda a las embajadas cubanas en Europa”.
“Pero cambiaron, porque lamentablemente se abrió un mercado, este mercado de la producción simbólica que adversa a su propio país. Y bueno, pues eso paga y no paga poco. Yo hasta respeto eso, es su decisión”, subraya.
IDENTIFICADOS CON LA CANCIÓN DE AUTOR
Los componentes de “Buena Fe” aseguran que vienen de “otra tradición”, de la canción de autor que bebe “de la mejor hora de la hora revolucionaria”.
“De Pablo Milanés, de Silvio Rodríguez, de Vicente Feliú, de Santiago Feliú, de Gerardo Alfonso, que ha sido una obra que ha acompañado a nuestro país en sus penas y sus glorias, que ha sido una obra crítica con la revolución, pero para transformarla, para generar en ella los espacios de diálogo, de debate, de construcción”, señala Rojas.
Y se pregunta junto a Yoel de qué sirve seguir alimentando la confrontación en Cuba, para recordar después que sus canciones durante más de dos décadas también han estado dirigidas a “criticar” y hablar de los problemas de la Isla.
“Esa ha sido nuestra obra, todavía lo es, lo que pasa es que nosotros no nos vamos a prestar de peones del veneno, a hacer el juego a toda esta patraña, a toda esta cosa horrible que pinta a nuestro país como el infierno que no es”, señala Rojas.
Frente a las críticas afirman que tienen una posición política: “jamás hemos escondido esto. Pero nuestros conciertos no son mítines políticos. En ellos no hay una sola canción que está dedicada a ningún líder político, a ningún proceso social”, concluyen. EFE
ajs/vh
(foto)
© EFE 2023. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.
